Introspección.
En la quietud de la noche me encuentro, abrazado al silencio abriendo las pausas del delirio bajo una luna en su esplendor. El tiempo se escurre entre mis dedos, mientras bebo de la nostalgia, hasta saciarme de dolor. Un mar de pensamientos me envuelve, como olas que rompen en la orilla de mi mente, y quieren alcanzar mi solitaria decadencia. Bajo un cielo estrellado, mi alma desea, hallar la paz en este vasto universo ausente, donde sigo perdido sin corazón que me abrigue. Mañana, quizás, las lágrimas broten, como gotas de rocío en el césped del amanecer, y yo, siga necesitando conjugar el verbo comprender. Observaré las hiedras en la sombra de mi impotencia, que crecen y se ocultan, buscando consuelo en un mundo por comprender. Mi sonrisa será un recuerdo difuso, una sombra tenue en el lienzo del olvido, donde el tiempo arañará mis sueños confusos, y buscaré refugio en lo que una vez fui. Un mascara raída cubrirá mi rostro, pero en el íntimo rincón de mi ser persistirá, e
No es preciso más, Poeta. Es un anhelo precioso y tiene un ritmo delicado.
ResponderEliminarUn beso 😘
Esas caras de tu imagen es el reflejo de las letras, brillante. Un abrazo .
ResponderEliminarMe gusta esa depurada brevedad... Me dejas un toque de asombro y ternura encantadora.
ResponderEliminarY la canción muy bonita!
Un abrazo
Un exquisito breve que te eleva , precioso Agapxis
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
Que preciosidad de poema Agapxis. Es tierno, suave y con una delicadeza exquisita.
ResponderEliminarUn beso grande.
Bellísimo, esa simbiosis y tu latido, llenándolo todo.
ResponderEliminarBesos.
A veces hay poesías que no logramos absorber en su totalidad, porque nos dan exceso de información, sin embargo, en poesías como éstas, encontramos una rápida, dulce y hermosa sincronía de emociones. Y es que esos son momentos únicos de encuentro, en que comulgamos con nuestra esencia, la cual está hecha de amor y levedad. Es simple, es pura, es auténtica, pero necesitamos una diminuta aguja o unos cálidos brazos… y… ¡ya está! Estamos ahí con ella, y es tan bonito. Nos hacemos como crías acuáticas que están por desplegarse al mundo.
ResponderEliminarMe encanta realmente. Un beso y abrazo amigo. Paty