Hojas de luna.

  Busco el silencio en el espacio que me permite la vaguada de tus ojos, es el idioma de un verano que tatúo en mi vida.   En el fondo de tus labios se deshace la sal de esta exhausta certeza que espera un septiembre necesario. Que me desnude tu palabra con el reproche de sus flecos, que me ate las manos   tu sentir inexorable, para que no me dejen escribir a los violines de tu amor, que suspiren en tu eco los fragores de tu fulgor, que ya los escucho yo, que las victorias que inflaman tu celo abran sus alas y me acerquen a las calles de tu gloria, que yo, ya, para siempre estoy en tu memoria. Imagen: Angelica Blanca by Derrick Senior

  Hay algo en mi que cada día se hace más incierto, la lisonjera parálisis de un cuerpo abierto, el abandono mutante en las huellas de los afectos, la tímida capacidad de andar sin inercia y devorar la belleza que nunca expira en los sentimientos. Nace el desparpajo entre las raíces de este atrevimiento, ya no quiero el vulgar entendimiento, me prometo aspirar a otro estadio del entendimiento. Lo lamento, esto es un juramento, un trance en mi aislamiento. Árida incidencia culmen de sed, la plácida alquimia de un regocijo errante, el insensato atrevimiento que ya no me lastra, ¿es que no soy yo el príncipe de mi destino? Voy a fugarme de mis encierros. 📷 © Sam Weber

  Si el amor me pregunta. … yo le contesto ausencia, tu ausencia. Fue tan bonito escribirte mis secretos en el nacimiento de tu espalda,recoger tus ventajas como tesoros del tiempo y bailar tu danza de los mares más abiertos. Fue tan bonito saltar los abismos,de tu mano cogido, mirarnos los ojos con los objetivos cumplidos. Fue tan bonito dedicarte las noches y compartirte los días, enlazarme a tu cuerpo y admirar tu sabiduría. Configurarme en tus ojos a latidos perfectos, comprender la velocidad de tus encantos y suicidarme de embrujo al sur de tu vientre, donde me hice fruto y nueva carne en santificada vida. Si el amor me pregunta. le vuelvo a contestar ausencia. …a tu lado. Ausencia que golpea esta ansía por alcanzarte, la que a dos centímetros se sabe solitaria, lejana y huérfana de ti, la que se llevó las miradas a media tarde y los besos que nos calentaban la sangre, la que olvido las sonrisas espontáneas y los reproches sin peaje, que nos llevaban a firmar la paz bajo el rubor

  Trozos de cielo bajo mi cama,  sueños de acero astillas del mañana,  alma sin luz que al alba rebosa y se derrama.  Poemas en tu Jardín,  virutas de luna,  llueve tristeza al este de mi cabeza y pasa deprisa un barco de risa en el mar del fin.  Mi soledad construye su tristeza al lado de ti. Trébol  marchito ayudame a decidir, no se si ir contracorriente  o dejarme morir.  Por ti, si... por ti.