Creo
Creo verdaderamente
que soy la nota discordante
de este firmamento incierto
donde suena vuestro concierto,
quizás sigo en el fondo
atestiguando quimeras
que descansan a la sombra
o debajo de la alfombra
donde solo se guarda
lo que sobra y estorba.
Dibujo la soledad útil y endulzada
de los que nunca aparentan nada
y ciñen la tentación del riesgo
entre palabras entusiasmadas,
vomito la ebriedad
de los anzuelos
que se lanzan entre derrames de consuelo
donde lloran los imperfectos verbos
ardiendo entre carros de fuego.
Me embelesan los mensajes volátiles
que se desvanecen en la lengua
camino de la tregua
que le cede alas de intención
y como lluvia de agua negra
que en la noche de los presagios
cantan sus adagios,
caen sobre mi mente
para disolverse lentamente
mientras deduzco su solución.
Sigo proscrito,
en la bruma del tiempo
perseguido por los juicios
a mi dicción de sentimientos,
quizás, sea el traidor
que delata los reflejos
que escondidos
en el puño de un latido
se agazapan
escondiendo sus sonidos
en el sombrero del adiós.
Mas...
Creo en cada uno de los latidos
que firmó tu susurro
en su verso prematuro
a la noche de un insomnio
de amor profundo
que te recorrió el cuerpo
con placer gerundio.
Y mi credo es la discordia
para los que me guarden en su memoria
con anhelos de razón,
surco los mares de gloria
que esconden el amor,
mientras pongo magia
a las historias
que lanzó desde el corazón.
Decir algo siempre se quedará corto, es tan profundo y bellísimo, que desisto intenrarlo, me recordaste a Aute.
ResponderEliminarUn placer, Poeta
Hay poemas que son canciones y bien pudiera ser este una de ella. Muy bonito.
ResponderEliminarGracias por tu talento poetizando.
Un besote.
Muy profundo este poema.Sigue lanzado magia desde tu corazón, para seguir leyéndote. Un abrazo.Gracias siempre.
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