Piedad.
"Por mucho que nos esforcemos
por cubrir las pasiones con apariencias
de piedad y de honor,
siempre se manifiestan
a través de esos velos"
François de la Rochefoucauld
La piedad
es un sentimiento deforme
que persiste en la infinidad
del hombre,
virtud cargada en las espaldas,
asilada lucerna de sabios
que tiran sus ojos al suelo
y alzan sus manos en vuelo
rezando en desconsuelo
sobre cuentas de rosario.
Corazones con escarchas de miel
esculpidos con golpes de cincel
que laten al ritmo cruel
lastrando y flagelando la piel.
Confesarse en el código de la esperanza
sin cruzar las cadenas
que te alejen del preludio de distancia
donde sobreviven las penas,
asilarse al fervor impuesto
sobre la exaltación de lo que se venera,
clamor fugaz que desespera
cuando la devoción siente y se lacera.
Poesía hecha oración o viceversa podría ser perfectamente .
ResponderEliminarUn abrazo,
Hola Campirela, me gusta tu forma de verlo, en cierto modo es una crítica a la forma en que estos sentimientos pueden afectar la vida de las personas y su capacidad de encontrar la verdadera felicidad y liberación. Un abrazo.
EliminarMe llega como esa ascensión más allá de todo, incluso diría como algo
ResponderEliminarespiritual, que bonito leerte siempre
Besos Poeta, soy Cora :)
Hola Cora, me alegra que te guste. Besos y espero todo esté bien.
EliminarComparto comentario de Campirela, cuando terminé de leer el poema sentí que era como un algo muy místico, casi como un rezo.
ResponderEliminarAbrazos
Hola Tatiana,tengo que reconocer que tiene un toque casi liturgico en la forma.Un abrazo.
EliminarLa piedad, que se pide y anhela muchas veces, como clemencia, perdón... "En la espalda" como un pesado fardo está, bien deformada. Y a quién se le pide en verdad? Hasta el mismo sentimiento puede hacer sufrir, pero tampoco será desmentida.
ResponderEliminar!Bellísimo! Creo que el poema dice mucho tras sus letras.
Un placer leerte, Agapxis.
Abrazos.
Hola Mila, aunque a veces estos sentimientos se lleven a extremos, esta es una visión dolorosa y opresiva del sentimiento de compasión, como algo que causa sufrimiento y carga emocional y que nos limita tanto a los que nos la ofrecen como a los que la ofrecemos. Un abrazo.
EliminarPara mí la piedad es un sentimiento algo contradictorio. Coincido con el comentario de Campirela; es un bella poesía hecha oración. La canción de Alfonsina y el mar es preciosa y en la voz de Rosalía suena muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y buen comienzo de semana, Agapxis.
En parte es lo que quiere expresar el poema, también en parte por la forma en si de sentir esa piedad.
EliminarUn abrazo también para tí Rita.
Es un poema que cala profundo en la tristeza, es como una daga de lo imposible cortando el latido de la esperanza, una guerra silenciosa de lo que deseamos vs lo que realmente es. Me he quedado un poco triste sin dejar por ello de admirar lo que leo, tu estilo, tu sentir al desnudo, elocuente. Nuestro tiempo adolece de tantas carencias... Mi fe es que después de toda crisis por extensa que sea debe necesariamente llegar la calma, la serenidad de un aprendizaje y la renovación de creer que todo, lo bueno y lo no tanto, tiene un sentido, especialmente el sentimiento genuino del amor, ese amor que desconoce límites pero que por alguna razón se los impone y se esconde.
ResponderEliminarMi hilo a la vida es esa fe amigo, me quedaré sujeta a un suspiro y a la poesía que nos conduce a la emoción, inicio de un entendimiento. Admiro tu poesía, lo sabes, un abrazo gigante.
Paty
Tu fe es fruto de calma y reflexión, pero también de descartar el egoísmo y aprender a aceptar, porque aceptar es comprender que todo tiene un motivo, del que deberíamos aprender para construir sobre esos cimientos y para ello hace falta una fortaleza y serenidad muy grande, pero sobretodo una comprensión y aceptación de nosotros a nosotros mismos y hacia lo que nos llega del exterior.
EliminarArdua tarea, pero no imposible.
Quizás la poesía sea una base fundamental en profesar esa fe,creo que es una forma maravillosa de ver la vida, de sentirla a través del sentimiento y del amor.
Gracias siempre por tu admiración que sin lugar a dudas es mutua.
y que el latido de un verso nunca deje de correr sobre el río de la tinta.
Un abrazo.