Cruzado dolor.
Cúmulo de luz que penetra
en la tiniebla de mi mente,
ahora me doy cuenta
me quiebro suavemente.
Volátil se hace mi savia
y roja es la sangre congelada
cuando atrofia mi vena
tu mortal mirada.
Me derramo ante tus ojos
con gotas escarlatas
que se cuelan entre las grietas
abiertas por mis enojos.
Hidrato los desiertos del sosiego
de rabia y de dolor
y la arena se tiñe de color,
del color insoportable del celo.
La impostura es mi tertulia
sentencia de la imaginación,
prendo poesía
en el genocidio de la inspiración.
No sentencies tu imaginación y conviertelo en inspiración, de ello depende forman poemas que nos embelesan y nos elevan por el verso, como el expuesto hoy en tu entrada.
ResponderEliminarEsa imagen nos dice que las flores sufren y sangran aunque su color no sea rojo. Un abrazo y muy feliz resto de semana.
Cómo decir que todo este manto que nos regalas nos cubre con tu emoción, cómo dejar que la misma música nos envuelva ... Agradeciendo, amigo Poeta.
ResponderEliminarMil besitos de admiración y feliz día.
El encuentro con el amor es un reencuentro con nosotros mismos, con nuestras sombras y luces, con nuestro ser cabal y con todo aquello que nos nace transformar. Entonces el amor adquiere forma de puente entre el bosque sombrío y el arcoíris al final de un camino. Un extenso sendero de consciencia, amor y aceptación.
ResponderEliminarSomos imperfectos, y eso es perfecto, creo que es la manera que Dios nos hizo para extender frente a nuestros ojos, un camino de flores y piedras, y provocar el vehemente deseo de paz y amor que tanto buscamos, de forma manifestada o no. Los iris, mirándose de frente en tu arrasadora poesía, misteriosa y bella por eso y porque contiene vida, dolor, amor y verdad.
Un abrazo a tu inspiración siempre vívida y excelente amigo, Paty
Tu poesía por encima de todo.
ResponderEliminarUn abrazo.